UN PRIMER ACERCAMIENTO A LO OCURRIDO

La región Ica se ha visto gravemente afectada por el intenso movimiento sísmico del pasado 15 de agosto, cuyas réplicas continúan hasta el día de hoy. En la zona existe una recurrencia que obliga a la convivencia con este tipo de fenómenos (sismos e inundaciones), de manera que eventos como este no constituyen hechos aislados, sino que forman parte de su propia naturaleza y ocasionan daños que sobrepasan lo material, impactan seriamente las actividades económicas y afectan las relaciones sociales.

En este contexto, la vivienda ha sido el tipo de edificación más afectado, cualitativa y cuantivamente hablando, tal como señalan los reportes estadísticos y técnico-constructivos. Esto resulta preocupante en cuanto es la vivienda la que alberga a la familia, elemento constitutivo y estructurante de la sociedad. Está en juego entonces el primero de los derechos del hombre: la vida, traducida en este escenario a la acción de habitar en condiciones de dignidad y tranquilidad.

Es esta la oportunidad de demostrar que, por un lado, es posible proponer y construir soluciones que a corto y mediano plazo den una respuesta eficaz y eficiente para la mitigación de la situación de emergencia que estamos viviendo y, a mediano y largo plazo tomen en cuenta este tipo de sucesos en el marco de una una conciencia de prevención en todos los aspectos, vale decir, a la planificación de los hechos urbano-rurales considerando los diversos sistemas que interactúan en la realidad.